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Módulo 1. ¿A qué nos referimos cuando hablamos de igualdad de género?

Como ya expuse en la presentación mi ámbito de trabajo son los museos. Estas instituciones no solo se limitan a mostrar sus colecciones y a conformar espacios patrimoniales y de divulgación, sino que son considerados propiamente como centros de investigación. Sin duda, esta competencia contribuye a una adecuada gestión, conservación e interpretación de sus fondos, pero también les confiere un papel referencial en el ámbito de su especialidad o de la disciplina científica a la que pueden estar orientados.

Es por ello que, sin ánimo de profundizar en exceso —sería objeto no de una, sino de toda una serie de entradas—, he pretendido analizar algunos datos referentes a la participación de las mujeres en la carrera científica e investigadora.

En el año 2020, según la información que proporciona la Estadística sobre actividades en I+D elaborada por el INE, la media de mujeres investigadoras (39,9%) en equivalencia a jornada completa (EJC) se encontraba por debajo de la de los hombres. En el caso de los Museos la distribución porcentual del personal adscrito en Museos y Colecciones Museográficas según sexo arroja las siguientes cifras: 55,1% de mujeres frente al 44,9% de hombres (Fuente: MCUD. Estadística de Museos y Colecciones Museográficas), una distribución que no ha experimentado grandes fluctuaciones al menos en la última década. Al introducir la variable de la categoría profesional las cifras son más significativas: un 61,9% del personal técnico de los museos son mujeres frente al 38,1% de sus homólogos masculinos. No obstante, el sesgo y la desigualdad se hace patente al comprobar que solo el 40,4% de las mujeres se encuadran en el personal directivo frente al 59,6% de hombres, lo que nos permitiría identificar aquí lo que podría considerarse un «techo de cristal».

Pero vamos por partes. ¿Por qué se dan aquellos datos si es perceptible un incremento sustancial en la incorporación de las mujeres a la universidad? Algunas respuestas a este interrogante pueden hallarse en el Estudio sobre la situación de las jóvenes investigadoras en España, elaborado por el Observatorio Mujeres, Ciencia e Innovación (OMCI), adscrito al Ministerio de Ciencia e Innovación, que es muy revelador en este sentido.

Este informe subraya que, aunque la presencia femenina en la carrera académica y científica se ha incrementado notablemente, la situación no resulta tan favorable cuando las tituladas encaran ese periodo fundamental en el proceso de profesionalización al concluir sus estudios. Según la doctora Begoña Soler, conservadora en el Museu de Prehistòria de València y profesora en el Máster de Arqueología organizado por el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universitat de València,
se trata de lo que se conoce como «“criba en pirámide”: la base es mayoritariamente femenina pero conforme va subiendo, el número de mujeres desciende de forma importante» (Barba, 2021). Por citar algunos ejemplos, así sucede en los estudios de postgrado o a la hora de hablar de la entrada de las mujeres en las cátedras universitarias. (No nos es posible aquí ahondar en las particularidades de las distintas disciplinas científicas y nos centraremos en las ciencias sociales y humanas).


Anna Marguerite McCann en Populonia (Toscana, Italia central) en 1974 (J. P. Oleson). Dominio público: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Anna_McCann_at_Populonia_1974.jpg. Usuario: https://commons.wikimedia.org/wiki/User:Rhinopias

Uno de los aspectos a que se refiere el estudio concierne a sus opciones de ascenso y promoción laboral, donde todavía persisten claras desventajas relacionadas con el género y donde se advierten «problemas de sesgos y estereotipos de género, discriminaciones, y en ocasiones, redes de poder masculinizadas, todavía arraigadas en la comunidad académica y científica» (Altamirano, 2021: 64).

El estudio destaca que si bien las investigadoras consiguen incorporarse a cargos de responsabilidad, aquí también actúa un cierto sesgo que reserva a los hombres planos como «la gestión estratégica, la investigación y la relación con las empresas» y a las mujeres los relacionados con la «gestión administrativa e institucional, de atención a estudiantes, de responsabilidad sobre el día a día» (Altamirano, 2021: 64). (Para profundizar en algunas de estas barreras véase también, Moncayo/Zuluaga, 2015).

En su origen la disposición de las niñas hacia la ciencia ha estado tradicionalmente muy orientada por los estereotipos. Aquí también la incidencia del llamado «currículo oculto» ha ido en detrimento del interés de las niñas por algunas áreas de conocimiento desarrollando una percepción de sí mismas como menos aptas para desempeñarse en ellas.


Kate Morrand, restauradora del Naval History and Heritage Command’s (NHHC) Underwater Archaeology Branch, muestra un rifle M1 Garand usado por el U.S. Marine Corps Raiders durante la segunda guerra mundial (Arif Patani/U.S. Navy). Dominio público: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Archaeologists_examine_a_World_War_II_rifle._(28986952712).jpg. Usuario: https://commons.wikimedia.org/wiki/User:OceanAtoll

En este sentido algunas estrategias que podrían mostrarse válidas por parte de los museos tienen que ver con la visibilización de las investigadoras y de su aportación al conocimiento científico: en nuestro caso, arqueólogas, restauradoras, personal técnico de museos, mediadoras, etc. No obstante para ir más allá e incidir de forma directa en algunos de los problemas que se desprenden de los datos se podrían dirigir medidas orientadas a la promoción de servicios de acogida, apoyo y seguimiento de aquellas investigadoras que preparan sus tesis doctorales o a favorecer la creación de «figuras contractuales intermedias postdoctorales» (Altamirano, 2021: 73) con perspectiva de género para una más adecuada transición entre el doctorado y la consolidación de la carrera profesional, introduciendo alternativas dentro y fuera del ámbito académico. Aquí es muy relevante la cooperación entre administraciones, universidades organismos públicos de investigación, etc.


Joan du Plat Taylor en 1959 investigando el pecio de Cabo Gelidonya (Turquía) (UCL Institute of Archaeology). Dominio público: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Joan_du_Plat_Taylor_at_Cape_Gelidonya.jpg. Usuario: https://commons.wikimedia.org/wiki/User:Joe_Roe

Del mismo modo sería importante promover la organización de reuniones, congresos y conferencias en las que se garantice una participación igualitaria de ambos sexos, no solo entre sus ponentes sino en la misma composición de los comités científicos que diseñan las líneas temáticas y el enfoque de estos eventos, y así evitar los llamados «nichos académicos». También en el ámbito de la disciplina arqueológica, deberían incentivarse más estudios en torno al análisis de las relaciones de género en la propia práctica arqueológica (Santana, 2019).

Por último, es necesario no dejar de insistir y de concienciar a aquellas personas que se encuentran en la estancia de toma de decisiones de que es imprescindible y no se puede postergar durante más tiempo la incorporación de mujeres a puestos de gestión de primer nivel.   

Bibliografía

Altamirano Argudo, Zulema (coord.) (2021): Estudio sobre la situación de las jóvenes investigadoras en España. Madrid: Secretaría General Técnica del Ministerio de Ciencia e Innovación. Disponible en: < https://www.culturaydeporte.gob.es/dam/jcr:875ee2f6-37e7-494e-9767-6434f7ee1b06/informe-jovenes-investigadoras-esp.pdf > [Acceso: 19 de septiembre de 2022].

Barba, Raquel (2021): «Arqueología con perspectiva de género. Una visión transversal de la historia de la profesión y de las sociedades prehistóricas», MètodeDisponible en: < https://metode.es/noticias/arqueologia-con-perspectiva-de-genero.html > [Acceso: 19 de septiembre de 2022].

Izquierdo, I.; López, C., y Prados, L. (2012):  «Exposición y género: el ejemplo de los museos de arqueología», en Nuevos museos, nuevas sensibilidades. Madrid: Universidad Autónoma de Madrid, pp. 271-285. SIAM. Series Iberoamericanas de Museología. Año 3, Vol. 4. Disponible en: < http://hdl.handle.net/10486/11576 > [Acceso: 19 de septiembre de 2022].

Moncayo, B. C., y Zuluaga, D. (2015): «Liderazgo y género: barreras de mujeres directivas en la academia», Pensamiento & Gestión, n.º 39. Disponible en: < https://rcientificas.uninorte.edu.co/index.php/pensamiento/article/view/8449 > [Acceso: 19 de septiembre de 2022]. 

Santana Quispe, Lady (2019): «Entre techos de cristal y nichos académicos: estado actual de las mujeres en la arqueología peruana», Desde el Sur, vol. 11 n.º 2. 
Disponible en: < http://dx.doi.org/10.21142/DES-1102-2019-261-281 > [Acceso: 19 de septiembre de 2022]. 




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